Mi historia con la planta carnívora

Cuando decidí dedicarme a la jardinería ocasional me dije: Oye, en vez de cultivar las típicas rosas rojas (typical pink red), me voy a dedicar a la cría de una planta carnívora. Las visitas harían cola en la puerta de mi casa para verla y todos dirían pordiosfijatequebonitaaaa.

Cuando la instalé en casa, era tan chiquitita... tan bonita... tan verde... apenas levantaba un palmo de la maceta ya daban ganas de echarle de comer... pero no... Según el de la tienda, no hay que ponerles de comer, ella solas comen de lo que se les acerca. Así que empecé a poner cerca de la macetita la comida de los perros a ver si en una de estas podía verla en acción comiéndose al más viejo y lento de ellos, pero no fue así... La desolación empezó a apoderarse de mi ser. Empecé a obligar a mi hermanita de 5 años a hacer los deberes a dos palmos de la planta... pero ni así... Entonces empecé a sospechar que la inapetencia de la plantita podía deberse al repentino cambio de hábitat y esperé, esperé y esperé. Pero la planta no comía. Yo le ponía agua todos los días pero ella no comía... sólo bebía. Y entonces empecé a preocuparme. ¿Será posible que haya una planta carnívora anoréxica? Yo le decía, pero si estás guapa así... Ya en la pasarela cibeles han quitado a las plantas flacas...

Últimamente nuestra relación ha llegado a un punto insostenible. Está así como tristona, como desganada... Yo ya no sé qué hacer con ella, se me ha hecho gótica.