31.5.07

El COCO omnipresente.

Bueno, bueno, bueno, por fin me he decidido a escribir unas líneas para los coco adictos. Quiero decir -antes de lanzar mi pequeña colaboración- que es todo un orgullo participar en esta página amena e inteligente ;)

En fin, y sin más peloteo ni condescendencias pasaré al tema que he escogido para este mi primer apunte: la omnipresencia del coco. Efectivamente el coco está en todas partes. Empecemos por el más sencillo ejemplo: la fruta. El coco nace en los cocoteros, presentes en las zonas trópico-caribeñas, y sirve para repostería; para la fabricación de aceites a través de la copra; e incluso para hacer sombreros. También sirve para pegarse una buena ostia si intentas coger uno, sino que se lo digan a Keith Richards. Otro “coco” muy simpático nos ayudó hace un tiempo a discernir entre aquí y allá, lejos o cerca, pequeño o pequeñísimo, etc. Resulta raro cómo podía despertar simpatías un bicho peludo, azul, medio epiléptico y sin dientes. Parecía mi abuelo cuando lo bañábamos en agua fría. Y siguiendo con los bichos (por coco no por mi abuelo), otro “coco” menos agradable es el estreptococo. El estreptococo no es un coco con estrés, o un coco escéptico, se trata de un cabroncete diminuto responsable de enfermedades varias como la meningitis, amigdalitas o neumonía. Luego está su primo, Neumococo, y otros agentes patógenos de la familia, todos ellos de muy mala baba. Como podéis apreciar existen diversos tipos de cocos. Los hay elegantes como coco channel; recargados como el rococó; o de tono subido como Coco Sifredi. ¡Se esconden por todas partes! Algunos incitan a la reflexión, por ejemplo: Si el dueño de un libro digamos, compartiese la propiedad del mismo con otra persona, ¿qué serían? Co-dueños, hemos de responder. Y si un co-dueño volviese a compartir ¿sería entonces un co-co-dueño?
Perdónenme el ejercicio mental tan pobre. Les propondré otros igual de estúpidos, todo ello en aras de desenmascarar más cocos. Lean coco repetidamente ¿a qué les suena? ¿el latir del corazón? Ahora abran y cierren la boca seguidamente mientras pronuncian la palabra coco. ¿No parecen un inglés llamando a su vaca?

Si señoras y señores, el coco está en todas partes, omnipresente, por eso es temible y abominable. En el lenguaje, en los supermercados, en los armarios de los niños, en el arte, en las cajas torácicas, en los pastos anglosajones, en los videojuegos (el comecocos), en Australia (son unas islas), en las perfumerías, en las películas porno, en los pulmones enfermos…existen cientos, miles de ellos, en sus distintas vertientes, cercanos, dispuestos a que los descubramos. Ciertamente sólo es cuestión de ejercitar la mente, de exprimirse un poco el…maldita sea ¿cómo era esa palabra?

2 Comments:

Blogger el temible coco said...

Caramba!! Estoy impactado! Has conseguido nombrar a toda la familia en un post! Y con parte interactiva y todo!!!
"Ahora abran y cierren la boca seguidamente mientras pronuncian la palabra coco. ¿No parecen un inglés llamando a su vaca?"

2:12 p. m.  
Blogger El abominable coco said...

El abominable se quita el sombrero ante el gran Coco Liso... y le felicita por este gran debut... ¡Smooth Coconut rules!

12:14 p. m.  

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