28.4.08

Hacen que las moscas hembra actúen como machos

Unos científicos de las universidades de Yale y Oxford han conseguido modificar las neuronas del cerebro de las moscas de la fruta hembras para conseguir que actúen como machos aparcan bien a la primera, saben cambiar la rueda del coche, y entienden la norma del fuera de juego.
Fuente: BBC Mundo

No puedo evitar plantearme las consecuencias que podría tener aplicar este descubrimiento en la raza humana...

Mujeres eructando el abecedario...
Mujeres mirándose las tetas (a las que le han puesto nombre) a sí mismas todo el día...
Mujeres cuya compra del mes sea: cuatro pizzas, un pack de cervezas, una taladradora neumática y una piscina hinchable.
El número total de colores existentes pasaría a ser cuatro...
Mujeres en bares diciendo frases del estilo de: "Hola, pequeño, sabías que tienes los ojos del color de mi Porsche?"

¡Sería como escribir Google en Google! El fin del mundo tal como lo conocemos.

22.4.08

Voló al cielo...

De entre las distintas maneras de recaudar dinero, no puedo evitar decantarme por las estúpidas, más que nada, porque casi siempre acaban mal (para el autor) y mi caridad cristiana queda demostrada mientras me revuelco por el suelo de la risa... Y precisamente de eso va hoy el post, de descojonarnos de las desgracias de un sacerdote cristiano.

Resulta que un sacerdote de 45 años quería recaudar dinero con fines benéficos. Así que en su suprema sabiduría decidió amarrarse 1000 globos rellenos de helio.

Ejercicio para el lector:
Complete el texto con una frase que contenga: "golpe de viento" y "horizonte".

Y ahora no lo encuentran.

Fuente: noticias123.cl

21.4.08

La desconocida del Sena

Como el abominable ser que soy y dada mi ocupación profesional (asesino a sueldo como muchos ya sabrán...) siempre me han interesado las historias sobre muertos, muertes, asesinatos y similares. Hace algún tiempo leí un artículo que me pareció interesante que se titulaba "L'inconnue de la Seine" que quiere decir en kurdo "La desconocida del Sena".
En el mismo nos cuentan la historia de una chica cuyo cuerpo fue rescatado sin vida del rio a la altura del Quai de Louvre hacia 1880. Al no hallarse signos de violencia se estableció el suicidio como posible causa de la muerte. La joven ahogada fue llevada a la Morgue de Paris (en aquel entonces situada en la punta este de la Ile de la Cité cerca de Notre-Dame para que el público pudiera ver los cadáveres y con algo de suerte identificarlos). Allí uno de los patólogos de la morgue se quedó tan prendado de la belleza de la joven que sacó un molde en escayola para hacer una máscara mortuoria. Maldito pervertido
En los años sucesivos se realizaron múltiples copias de la máscara y de alguna forma se puso de moda entre la bohemia sociedad parisina. Albert Camus llegó a comparar su sonrisa con la de la Mona Lisa.
¿Y por qué les cuento yo esto?
Pues verán, al comprar dos rifles de asalto M16 en el negocio de la Pequeña Coco, te regalan un vale para un curso de supervivencia o bien para uno de primeros auxilios. En esta ocasión decidí matricularme en el segundo...
Resulta que en el año 1958, uno de los padres de la reanimación cardiopulmonar; Peter Safar, junto con Asmund Laerdal, crearon un maniquí de entrenamiento llamado Resusci Anne y decidieron ponerle la misma cara de la chica del Sena convirtiéndola en una de las caras más besadas del mundo.
Tengo las pruebas...

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20.4.08

Pero no conoce Noruega

La niña del video tiene casi dos años y sabe localizar en el mapa del mundo desde EEUU, Canadá y Australia hasta Arabia Saudí, Turkmenistan, Zimbabwe, o Yibuti.
Vale, no sabe donde está Noruega pero a mi me daría una buena paliza...

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4.4.08

Ron Mueck. Hiperrealismo.




Impresionante. Ron Mueck ha hecho de la fibra su material predilecto para la construcción de replicas humanas casi perfectas. No es que pegue mucho aquí en este blog, pero llama la atención de tal manera que no me he resistido. Muchas de las esculturas son a gran escala, y otras en tamaño real. Una de las curiosidades, cuando expone su obra, son las esculturas que desperdigadas casualmente parecen espectadores y uno sólo las diferencia al ver otros que las escrutan de arriba a abajo. Pueden buscar galerías de imagenes. A mí en particular me encantaron unas viejitas parlanchinas, un niño pegado a una pared y este hombre solitario. Si alguien está buscando un espantapájaros que contacte con Ron Mueck, no encontrará nada más parecido a un ser humano.

1.4.08

Oda a Cristina Tárrega o El extraño caso del hombre que no sabía hablar y la mujer que metía hombres en su cama

Estamos hartos de escuchar en la TV o la radio hablar de enfermedades gordas que requieren nuestra atención; tratan de sensibilizarnos en revistas y diarios acerca de dolencias sobre las que debemos estar al corriente, a fin de evitar catástrofes y que ignoremos a determinados enfermos sólo por falta de información. Pues bien, quiero llamar la atención sobre dos puntapiés a la medicina, la salud y los enfermos: uno se llama Alfredo Landa y el otro Cristina Tárrega, siendo el primero un paciente y la segunda una puerca mongólica ignorante.
En el primer caso ocurrió que, durante la gala de los Goya 2008, nuestro buen amigo Landa subió a recoger su galardón honorífico. Como bien sabe todo el mundo, y bien clamaron todos los medios audiovisuocibernéticos, el discurso que el actor ofreció a su público fue algo inconexo y falto de contenido, puesto que “le embargó la emoción”. Pues no hijo, no, que lo que le embargó no fue la emoción sino un ictus (también llamado ACV, y popularmente derrame, embolia o trombosis cerebral) ya fuera transitorio o establecido, y que le estaba ocasionando un trastorno del lenguaje que le impedía dotar de sentido sus palabras. Ha llegado a oídos de esta redacción que se llamó por teléfono a la organización del evento advirtiendo de la situación y recomendando que D. Alfredo acudiera al hospital, no sabemos cómo acabaría la historia. Sea como fuere, lo que puede erigirse como un genial ejemplo de cómo se manifiesta una enfermedad neurológica, se tomó por algo normal en un vejete que se emociona al recoger su premio. Mostramos aquí el vídeo para su divulgación: fíjense en cómo dice algunas palabras que no existen, o palabras que no vienen al caso, y cómo trata de hilar sus frases sin que lleguen a tener sentido.
El otro caso que presentamos aquí es temible, abominable y paradójico. Resulta que, encontrándose Cristina Tárrega sin tener otra cosita que hacer que presentar un programa de televisión, acompañada de Lolita, llamó una mujer para contar su problema. Es harto conocido lo que se suele hacer en este tipo de casos: se escucha el problema, se da un consejo y se desea que se resuelva el asunto. No hay que ser Unamuno. Pero lo que esta rata de cloaca presentadora hizo fue lo siguiente: escuchó su problema, se burló de su problema, se descojonó con sus amiguitas y le dio carril a la mujer. Sublime. La señora que llamaba estaba muy preocupada porque se metía en su casa una pandilla de detectives armados, que se quedaban junto a su cama, y le hacían temer por su vida. A esto, la respuesta fue que ya querrían muchas estar en su lugar, con varios hombres en la cama –sí, por todos los puntos cardinales ahí, la viciosilla… qué mala es la envidia, pardiez -, y tras descojonarse un rato Cristinita y Lolita (otro ejemplo de empatía sin parangón, la folclórica) cortaron la comunicación. Repito, no hay que ser Unamuno, ni Galeno, ni Hipócrates para darse cuenta de que quizás, es posible, que esta mujer que llamaba por teléfono pidiendo ayuda estuviera un poco loca, que padeciera algún trastorno psiquiátrico. Sí señor, la mejor manera de ayudar a un enfermo es a través de la mofa y befa de esta impía e inerte personaja, quién lo duda. De nuevo, un ejemplo de enfermedad que, difundido por la televisión, puede contribuir a que otras personas se den cuenta de cómo se manifiestan ciertos problemas, si nadie se empeña en evitarlo. Si esta difusión se consiguiera mucha gente recibiría atención médica cuanto antes, lo cual, casi siempre, es mejor.
Sin más, oscuros instintos me abocan a dedicar la siguiente Oda a la profesional protagonista de la segunda historieta médica de hoy:

Cristina, me hueles a orina… Cristina, me sabes a caca
Cristina, que al doblar la esquina alguien te clave una estaca
En tu corazón mezquino, en tu cerebro ignorante
Afronta tu justo sino de dolores lancinantes
No te mereces mi pan, ni te mereces mi agua
Te mereces martillazos de Vulcano en su fragua
La gente con sus problemas quiere hablar en tu programa…
Qué labia, tú, qué elocuencia, que ni el discurso de Obama
Les contestas tus chorradas, y respondes tus paridas
Cierra esa boca sucia, roñosa y enmohecida
No tienes ni puta idea, y a tu programa ni vayas
Su Majestad bien diría “guarra “pero por qué no te callas”
Tu cerebro de mosquito y tu asombrosa incultura
Son como los de Paris Hilton: mierda pura
Marditas bastardas.